sábado, 30 de diciembre de 2017

Ciao 2017. Gracie mile.


Ciao 2017. Gracie mile.

Otro año que se va, otro año que llega. Otra vez momento para mirar atrás y dar gracias a todos los que habéis formado parte de todos estos sueños que se han ido haciendo realidad. Un año que comenzaba titubeante en cuanto a nuevos proyectos pero que el paso de los meses ha demostrado que muchas veces el mejor plan es no tener ningún plan…

Comenzaba el año con el tradicional retiro en la sierra, rodeado de amigos, brindando por el Nuevo Año y asistiendo al ya esperado castillo de fuegos artificiales que prepara mi compadre. Carrerita por la sierra para desintoxicar y a por el 2017…

Un año que deportivamente comenzaba con la Maratón de Sevilla, donde la organización me cedía generosamente un stand para dar a conocer las bondades de la Fundación Andrés Olivares en el mismísimo Fibes con la excusa de mi reto #YoAdelantoTuDonas. Además tuve la oportunidad de conocer a la maravillosa gente de Carros de Fuego, que desde ese momento entraron a formar parte de mi vida.  Una maratón muy emotiva, adelantando a mucha gente y transmitiendo desde mi modesta posición la importancia de hacerse donante. En poco tiempo iba a tener la oportunidad de correr mi primera carrera con Carros de Fuego, un día que jamás olvidaré. Desde que Cristian me regaló aquel día la oportunidad de ser sus piernas y disfrutamos de lo lindo en la 10K del Parque María Luisa nada volvió a ser igual. Se me hace cada día más difícil correr sin empujar un carro…

En Marzo sale a la luz una campaña publicitaria del crack de Diego Escobedo, “1,5 desnudos” que me dio la posibilidad de compartir video junto a grandes amigos y estrellas de la interpretación. Un video que salió incluso de España y que formó parte de los informativos de las principales cadenas del país, todo ello además por una buena causa.

En Abril un acontecimiento no deportivo (aunque es cierto que pude vivir la experiencia de pasar casi 24 horas con una de las glorias de nuestro deporte, el gran Fernando Romay, grande en todos los sentidos) marcaría también el año. Gracias a mi amigo Alonso tuve la oportunidad de formar parte del equipo de voluntarios que participamos en la celebración del I Congreso de Feliz-Si-Das en el Teatro de Dos Hermanas, un evento que seguro  contribuyó a cambiar la vida de muchas personas.  Al día siguiente viaje a Jerez para participar en otra edición del reto #YoAdelantoTuDonas, esta vez en la Sherry Maraton, donde conseguí un dorsal gracias a un sorteo de mis amigos de #Ispossible Team.

En Mayo, mes de la Feria de Dos Hermanas, mini escapada a Zahora, donde cargamos pilas como si de un mes de vacaciones se tratase. Correr por la Breña, contemplar esas puestas de sol eternas, pasear hasta el Faro,…recrearme en este Paraíso de la costa de Cádiz al que necesito volver cada vez con más frecuencia.

En el mes de Junio acepto el regalo de mi amigo José Luis y junto a mi amigo Dani nos vamos a Salamanca, a disfrutar de un half precioso en un día de enorme calor. Una experiencia inolvidable, un fin de semana con un auténtico pro que un mes después estaría a punto de pilar plaza para Kona en el IM de Zurich. Este mismo mes saco a la luz un nuevo libro “Cartas para cuando no esté”, dedicado y escrito para Pablo y Daniela. Hasta que Planeta llama a mi puerta, sigo publicando en Bubok. Esta vez incluye un espectacular prólogo de mi hermanoamigo José María Rey, seguro que lo mejor del libro. Rematamos el mes corriendo la nocturna de Dos Hermanas formando equipo con Dani y con mi amigo Toby, recién llegado de USA. Un honor haber corrido junto a Cristian por las calles de mi ciudad.

Llega Julio, mes de mi cumple y de vacaciones. Unos días espectaculares en Isla Canela, aprovechando para nadar y correr y disfrutando de la familia, con mis primas y los amigos. El mes de Agosto pasa volando, para llegar a uno de los puntos fuertes de la temporada.

El día 2 de Septiembre celebramos la I Edición del Reto+Vida, una aventura indescriptible llevada a buen término gracias a la encomiable colaboración de todos, pero sobre todo gracias a mis amigos Ivana y Diego, que hacen realidad este sueño. No recordaba haber vivido tantas experiencias tan intensas condensadas en tan sólo 16 horas… Una tradición que esperamos repetir en años venideros y que entre miles de cosas, me enseñó que no es necesario un dorsal oficial para disfrutar de una experiencia brutal.  Ese mismo mes, rematamos con la XIII Edición del Titán Sierra de Cádiz, que seguro que quedará en la memoria de todos. Esperemos que en 2018 podamos disfrutar de una nueva edición. Por si fuera poco, rematamos el mes con la Nocturna de Sevilla de nuevo junto a los niños de Carros de Fuego, otra vivencia inolvidable que además tengo la oportunidad de compartir con mi sobrino-primo José Mari y con mis amigos Jesús Jr. y Sr.

A comienzos de Octubre escapada a Málaga junto a mi bro Diego Escobedo para obtener las fotos del calendario de este año. Esa tarde en la Fundación Andrés Olivares es una cita que no podemos dejar pasar a estas alturas de la temporada. Se aprende tanto en tan poco tiempo…A finales de mes recibo un regalo que en la vida hubiese alcanzado ni siquiera a imaginar. Gracias a la colaboración y al engaño de mi amiga Ivana, recibo una mención especial en la Gala del Deporte Nazareno, por mi colaboración con el deporte. Un reconocimiento que me supera, y aunque reconozco que hay mucha gente que lo pudiese merecer más que yo, me hace una ilusión enorme.

En Noviembre corro la media maratón de Dos Hermanas, con otra edición del  reto #YoAdelantoTuDonas. A finales de mes recibimos la visita del gran Andrés Olivares, para presentar en un marco incomparable como el Ateneo de Sevilla la III Edición del Calendario Adn Solidario a favor de la Fundación Andrés Olivares. Como si de otro sueño se tratase, comparto cartel con el propio Andrés, con Pablo de Apoleu y con Susana Herrera…

Diciembre es el mes de la boda de mi hermano Alejandro y de Carmen, un acontecimiento familiar muy deseado y esperado que marcaría el mes. Verlos tan felices y poder disfrutar de Manuel un día tan señalado era una inmejorable forma de casi terminar el año, pero todavía quedaba más. Al fin de semana siguiente acudo a Sanlúcar de Barrameda a participar en la II Edición de la Ultramarathon de la Vida. Poco puedo decir aquí que no haya  dicho ya. Una prueba espectacular organizada por el gran Eduardo Rangel de Donando Vidas, que combina solidaridad, emociones, grandes deportistas, la belleza de su entorno… Una carrera que te cautiva y que te deja sobre todo, con ganas de volver…

En este último trimestre participo en la formación de Liderazgo Emocional Inteligente, con asistencia de cracks como Patricia Ramírez, Sonia Cervantes, y Javier Iriondo, genialmente organizados por el  gran Alonso.

Resumiendo, un año verdaderamente espectacular. Muchas veces hay que pararse y mirar hacia atrás para darse cuenta de todo lo que hemos hecho. La vorágine del día a día nos desconecta del verdadero sentido de lo que hacemos. Muchísimas gracias a todos los que habéis hecho posible este año inolvidable. No es necesario que os mencione, porque todos sabéis quienes sois. Ahora a por un 2018 espectacular. Sirva este sencillo video como homenaje y como agradecimiento.

Arrivederci.

lunes, 18 de diciembre de 2017

II Ultramarathon de la Vida



Después de una semana de haber vivido esa inolvidable  experiencia que ha sido la segunda edición de la Ultramarathon de la vida seguía sin encontrar formato ni palabras para redactar esta crónica. El Sábado, en una magistral Masterclass impartida por Javier Iriondo volví a escuchar el concepto de la Plenitud. Creo que es una de las palabras que mejor define lo vivido los días 9 y 10 de Diciembre en Sanlúcar de Barrameda. Me sentí pleno.

Lo complicado era ahora darle forma. Para intentar dar un poco de originalidad a la crónica y facilitar su lectura, he decidido resumir la indescriptible experiencia vivida en forma de lista de momentos y emociones vividas, comenzando justo en la ida hacia Sanlúcar y finalizando en la vuelta a casa, para no extenderme más de la cuenta:

1.- Volver a montarme en un autobús con destino a Sanlúcar de Barrameda, algo que no hacía desde que era muy joven y que me ha hecho rejuvenecer varios años, bastantes ya.

2.- Poder disfrutar del camino a Sanlúcar desde otra perspectiva. Nada que ver con hacerlo en bici o en coche. Una prueba más de que cuando cambias la forma de mirar las cosas, las cosas que miras cambian.

3.- Llegar caminando a la Calle Ancha y encontrar el Arco de Meta junto a la biblioteca.

4.- Saludar, abrazar y sonreír a gente tan excepcional como Eduardo, Loli, Diego, Paco, Jesús, Rocío, Óscar, Jona, Pablo, José Mari,…

5.- Conocer a gente que hasta ahora sólo veías por la pantalla del móvil, como mi tocayo Antonio Prats, puro #life, Super Paco, Ricardo Abad, José Luis, Chito,…

6.- Conocer a gente nueva como Andrés, John, David, Paco,...



7.- Recoger ese dorsal que voy a vestir durante las próximas casi 24 horas.

8.- Ponerte frente al objetivo de Andrés para obtener el testimonio gráfico de que yo estuve allí y formé parte de la II Ultramarathon de la Vida.

9.- Recibir la llamada de tu amigo Gaby que viene desde Dos Hermanas para participar en la Nocturna, junto a su mujer y cuñados.

10.- Encontrarte y saludar al guerrero Juanfran y a su princesa Carmen de camino a la línea de salida, y sentir que estás abrazando a alguien muy especial…

11.- Poder comprar mi primera camiseta de “Donando Vidas”.

12.- Que se te salten las lágrimas en uno de los minutos de silencio más emotivos que he vivido.

13.- Disfrutar con los videos del inigualable Eduardo justo antes del momento de la salida.

14.- Correr por la Calzada en dirección a la playa mientras el crack de Diego te apunta con su cámara.

15.- Recorrer las calles de Sanlúcar junto a mi amigo Jesús muchos años después desde que lo hiciésemos paseando cuando éramos niños.

16.- Sentir como el corazón se quiere escapar del pecho en la interminable cuesta Belén, con el Castillo como testigo implacable de nuestros pasos.

17.- Escuchar los aplausos y los gritos de ánimo de un público sanluqueño entregado.

18.- Poder observar en primera línea como tu amigo Jesús entra en meta de manos de su hija Cayetana.

19.- Pasear por plena Plaza Cabildo un Sábado de Puente en chándal y con mi mochila al hombro.

20.- Degustar una exquisita pizza en la Pizzeta junto a otros participantes en la prueba, y que a tu compañera de barra le llegue un aviso al móvil comunicándole que ha quedado tercera en su categoría.

21.- Recoger a Diego y a Andrés en su pedazo de furgoneta a finales de la Calzada para llevarlos al Hotel.

22.- Dormir en furgoneta en pleno Bajoguía gracias a la generosidad y hospitalidad “der nota de las fotos”.

23.- Tomar un café con leche “de bote” en pleno centro de Sanlúcar, como solía hacer alguien muy importante en mi vida.

24.- Conocer a María José, una chica recién trasplantada, que después de haber finalizado la carrera nocturna del sábado, se lanzó a recorrer 50 k. en MTB.

26.- Ver la calle Ancha “acolapsada” de bicicletas.

27.- Cruzar dos veces el arco de salida de una carrera con un intervalo de 13 horas, algo que no había hecho nunca, pero que espero repetir en un año.

28.- Formar parte de la marea de corredores que atravesaron la ciudad de Sanlúcar en dirección a sus sueños.

29.- Adelantar y ser adelantado, como fiel metáfora de la vida misma.

30.- Contemplar el paisaje de las salinas de Sanlúcar, e imaginar que estás corriendo junto al Perito Moreno.

32.- Correr por las marismas, mientras el Gudalquivir te contempla.

33.- Desfilar en el horizonte visual de una manada de ganado bovino, dando por hecho de que no son bravos.

31.- Recibir en la muñeca la pulsera del riñón.

32.- Disfrutar en cada uno de los avituallamientos con esos voluntarios ejemplares.

33.- Saborear los manjares en los avituallamientos: nunca las naranjas, los plátanos, los dátiles, los frutos secos, y los donuts de chocolate me habían sabido tan bien.

34.-Recibir en la muñeca la pulsera del pulmón.

35.-Disfrutar por los pinares de la Algaida, mientras tus pies se entierran en arena.

36.- Recorrer varios metros en solitario, reviviendo momentos de mis peregrinaciones a Santiago.      

37.- Recibir en la muñeca la pulsera del hígado.

38.- Encontrar en carrera a mis amigos Óscar y Jona, a quienes  tenía desubicados.

39.- Arrastrarme subiendo la cuesta del Club de Golf mientras un compañero delante mía se encuentra con su familia.

40.- Recibir en la muñeca la pulsera del páncreas.

41.- Atravesar un “desierto” donde decido grabar un vídeo pidiendo colaboración para la donación de órganos.

42.- Decidir compartir este vídeo en redes sociales.

43.- Arrastrarme otra vez subiendo la cuesta del “Reventón”.

44.- Acercarme al centro de Sanlúcar escoltado por un Policía Municipal en moto, como si fuese cabeza de carrera.

45.- Recorrer las últimas calles de Sanlúcar entre los aplausos y ánimos del público.

46.- Echarme a un lado para sacar la bandera de la Fundación Andrés Olivares del camel bag y echármela sobre mis hombros.

47.- Afrontar la calle Ancha y divisar al fondo el arco de meta.

48.- Volar ayudado por la bandera en dirección a la meta, aclamado por la gente.

49.- Distinguir a mi amigo Jesús grabando el momento.

50.- Cruzar la línea de meta, siendo consciente de que esto no ha terminado, acaba de empezar.

51.- Recibir en la muñeca la pulsera del corazón y en el cuello la medalla de Finisher de la II Ultramarathon de la Vida.

52.- Recibir mensajes y llamadas de la familia, porque gracias a Jesús, casi han vivido mi entrada en meta en directo.

53.- Ser entrevistado por Chito Speaker, todo un honor.

54.- Abrazar y agradecer a Eduardo, alma máter de todo este invento.

55.- Recoger mi fotografía del dorsal del día anterior, con una sonrisa que presagiaba todo lo que iba a vivir.

56.- Permanecer varios minutos en la línea de meta, asistiendo a la entrada de gente muy grande, mientras disfruto de un bufet de frutas sin igual.

57.- Recibir la última señal de generosidad de D. Diego Escobedo que lo arregla todo para que vuelva a casa en familia, en lugar de hacerlo en la soledad del autobús.

58.- Poder abrazar y despedirme de tanta buena gente reunida en un lugar tan maravilloso. Una prueba más de que #SanlúcarEsElParaíso.

59.- Echar la vista atrás desde la Plaza Cabildo y sonreír pensando que ya sólo quedan 364 días para la III Edición.

60.- Mandar la ubicación a mi amigo Kapi para que me recoja y que salga en el móvil “Pescados y Mariscos Joselito Huerta Hijo”, esa frase típica de mi padre que tanto me hacía reír de pequeño.

61.- Disfrutar de un viaje de vuelta a casa junto con Kapi y su familia en su todo terreno (que además había servido de coche de la organización) con otra perspectiva diferente del camino.

62.- Llegar a casa, donde como siempre, me esperan María, Pablo y Daniela, los que le dan verdadero sentido a los 61 momentos anteriores.

Sólo 62 momentos (tantos como kilómetros) de plenitud, de sentir como se erizaba mi piel. 62 momentos seleccionados de entre una infinidad de ellos, que espero que por muy frágil que comience a ser mi memoria no se borren de ella en mucho tiempo.

Gracias a todos los que hayáis llegado hasta el final, porque esto ha debido ser casi tan largo como la carrera. Ahora sí que puedo decir tranquilo que #YoSoyLife

#DonaOrganos #DonaVida #ShowMustGoOn